jueves, 19 de noviembre de 2009

¿Emoción VS Objetividad?

No hay realidad sin contradicciones… no hay acto humano, sea cual sea su contexto político social, que escape de los conflictos teóricos que emanan de su propia praxis. Así es también el oficio del periodismo.

“Es necesario buscar las causas de los problemas”…decía el profesor frente a un grupo de estudiantes, en un Diplomado de Periodismo, que se imparte por estos días, en la ciudad de Camagüey. El experto en medios de comunicación hacía gala de un análisis sobre asuntos polémicos en el tratamiento de la noticia en la prensa cubana.

Las reflexiones giraban en torno a la relación dialéctica causa y efecto, propia de cada fenómeno de la realidad: “¡Claro!- agregaba el profesor-, buscar las causas nos conduce a pensar en el problema, y pensar es un ejercicio complicado, de tiempo,… en ocasiones, el tiempo del periodista para cumplir con las exigencias de la redacción atenta contra el acto de pensamiento que debe hacer cada profesional”… “pensar es un gran problema… por eso, a veces, se carece de causas en los trabajos periodísticos”. “Pensar es una tarea permanente para el periodista en el uso de los géneros de opinión”.

El debate académico se orientaba también a la objetividad periodística… “el periodismo asume ser un reflejo imparcial de la realidad”… “el profesional de la prensa tiene que acercarse a la gente”, “el mensaje no puede estar preñado de rimbombancia, de sensacionalismo… de amarillismo”… “los códigos lingüísticos no pueden ser otros que los códigos que se interpreten… por eso la lectura tiene que trasmitir el mismo pensamiento que se escribe”.

Las observaciones iban y venían hacia una política informativa que ya había expuesto Lenin, el gran aportador en la teoría marxista, desde el 1918, en “La Prensa y el Partido”; entonces, alguien dijo, en el plenario, que “el periodismo tenía que emocionar… la noticia debía apelar a los sentimientos de las gentes”… ¿Emocionar? Se produjo un pequeño instante de incomprensión… ¿Y si la emoción nos lleva a un callejón sin salida con la objetividad periodística?: pareció ser la interrogante del momento.

Dos términos, en pura teoría, se enfrentan en desafiante pugilato: Emoción VS Objetividad…“bueno, hay géneros que son para las emociones, eso no se aplica a la información ¿Verdad? "…El profesor fue moviendo su debate a sus propósitos y conclusiones… la conferencia no estaba hecha para este ruido de las emociones. Además… "lo importante en el periodismo es la objetividad".

Emocionar significa influir en el ánimo de otros, mover hacia determinado camino de identificación y empatía; nada más parecido a la función político ideológica de toda prensa.

La vida objetiva y real es percibida por el ser humano, y en este caso por el periodista, a través de un proceso interpretativo donde, querramos o no, juegan los sentimientos. Surge la versión objetiva de la realidad determinada por el grado de conocimientos, experiencias acumuladas, referentes en sucesos y contextos, por un rápido análisis de causas y efectos… y también por la incidencia emocional que tenga el hecho noticioso en la persona que lo interpreta.

Si en eso consiste la percepción, no podemos desprenderle lo emotivo al mensaje periodístico, y le corresponde al periodista una interpretación, objetiva de la realidad, con herramientas que hagan traslucir la propia vida, y, conduzcan al consumidor de su noticia por lícitos caminos que conmuevan e inspiren.

Lo que apasiona y estimula nos motiva. ¿Habrá verdadera contradicción entre el carácter objetivo del periodismo y la necesidad de aportarle motivaciones a sus noticias?

Apelar a las emociones no ha de significar de modo alguno manipular, o parcializar…es sencillamente responder a la naturaleza misma de lo humano, que no sufre sólo, ni solo, por su dolor o ríe por su alegría, lo hace en colectivo… son las emociones del hombre en su vivir, las que convierten la cotidianidad, y la realidad objetiva de cada momento, en la épica historia de una nación.

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