miércoles, 27 de enero de 2010

Volví a leer a “Los tres héroes”

Hoy es 28 de enero, día en que hace 157 años nació José Martí. El pensamiento y la vida de este hombre, convertidos en obra, son hoy legado y motivo para sensibles acontecimientos.

Desde temprano, las escuelas se inundan de niños y niñas, sonrientes y florecidos, dispuestos a colocar, en el Martí del busto, un ramo de flores, cantos y compromisos con el autor de La Edad de Oro.

Pero no voy a escribir una noticia periodística sobre los niños y las niñas cubanas, un 28 de enero. Hoy el pretexto es el homenaje y el propósito publicar un fragmento de la carta enviada por mi hijo al concurso “Leer a Martí”.

“Los grandes hombres son así, brillan porque son modestos, porque no construyen sus obras para ser alagados sino para entregárselas a los demás, por eso cuando voy a La Habana, hago como hizo Martí al llegar a Venezuela con Bolívar, mi primer lugar de visita es la plaza de La Revolución y allí me coloco bajo la estatua de José Martí para percibir mejor su grandeza.

En ese mismo lugar asistí una vez a una concentración del Primero de Mayo, ese día junto al Maestro de la estatua, igual de gigante, se alzaba el Comandante en Jefe… estaba pronunciando uno de sus grandes discursos y nos hablaba a los cubanos de Chávez, el presidente venezolano y de Evo el de Bolivia.

Fidel revivía en mí la lectura de “Los tres héroes de La edad de Oro”, esta vez la América presenciaba nuevamente el concurso de tres grandes hombres que definirán por siempre el destino del continente.

Como Hidalgo, Bolivar y San Martín, tres grandes hombres reeditan la historia en los pueblos latinoamericanos y están ahí para guiarlos: ellos son El invensible Comandante del traje verde olivo, El bravo presidente de Venezuela y El aguerrido indio de bolivia. Y andarán como lo dijo Martí, a pasos apretados y seguros por la unidad de toda la América.

0 comentarios:

Publicar un comentario