martes, 13 de julio de 2010

Que la sensatez y la cordura nos den la oportunidad de seguir viviendo


Un Comandante, al que no le hace falta el traje para mostrar su estrella, sobre todo la luz;  y con el efecto  letal de sus palabras, volvió  a  condenar públicamente al imperio más poderoso y malévolo del mundo.

Fueron ellos, aseguró Fidel, no nos llamemos a engaño, destruyeron el buque de la armada surcoreana y le echaron la culpa a Corea del Norte, por ahí se originó todo este conflicto que desatará, en la guerra contra Irán, la contienda nuclear que, estemos advertidos, es inminente.

Quién conoce mejor a su adversario que este hombre, cuya profecía está en la razón y la inteligencia, que ha llevado encima de sus hombros, por medio siglo, la paz de una nación y la del mundo.

Porque ha sido Fidel el hombre, el más grande de todos, que ha colocado el verbo justo y el adjetivo perfecto para condenar  a EU en sus pretensiones de amos y con el “modus operandi”  de culpar a otros, es que hoy repican sus palabras en la prensa internacional.

Ayer estuvo ahí, frente a las cámaras de la televisión, para compartir una hora de atención con todos los de su pueblo, para  que conociéramos la verdad y estemos prevenidos. Pero encontrarlo así con toda la fortaleza y vitalidad, con que nos acostumbró a verlo, es el mayor signo de esperanza y fe para los hombres buenos del mundo que confiamos en que las voces de la sensatez y la cordura nos den  la oportunidad de seguir viviendo.

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