jueves, 6 de enero de 2011

¿Cámaras o intensiones ocultas?

 En el mundo de los audiovisuales han ido ganando popularidad y preferencia los videos confeccionados a través de cámaras ocultas, y es que la familia además de películas, series y telenovelas, disfruta y sonríe con las divertidas secuencias de personas tomadas in fraganti casi siempre cuando pretenden socorrer a alguien que necesita ayuda o está en verdaderos apuros. Cierto que los realizadores de estos productos comerciales preparan al espectador para que observe   una broma, sin embargo el improvisado actor no está de hecho y en principios conciente de que es objeto de una filmación, y lo que es peor, cuando cree estar protagonizando una verdadera acción de solidaridad y apoyo es solamente víctima de un simulacro destinado al ridículo y a la risa colectiva.
No dudo de que haya alguna que otra persona que en lugar de sonreír cuando se le muestre la cámara oculta y conozca que le ha sido tomado el pelo reaccione ofendido y renuente a que el material termine en las pantallas de cientos de aparatos y observado por cientos de espectadores.
Imagino que el equipo de filmación, edición, y todo el andamiaje creativo necesario para concretar estas divertidas cámaras ocultas, tomen en cuenta la decisión personal, en apego a la ética profesional y cívica,  quiero decir la aprobación expresa, por parte del individuo tomado del pelo, de  publicar lo que fue grabado. 
Siendo así no existe entonces actitud censurable en los pensadores y autores de estas ideas…. (sin entrar en cuestionar esa manera de reirse a costa de la ingenuidad ajena).
Pero observe nuevamente, son personas, repito, tomadas in fraganti en pleno ejercicio de una actitud solidaria y camaderil… ¿No le parece que la simple idea de que  puede ser víctima en plena calle de una filmación de este tipo, con personas escondidas dispuestas a reírse de usted, le haga meditar más que otra vez actuar bien en circunstancias similares? ¿No le ha ocurrido viendo estos videos que puede convertirse de momento en actor de turno?
Pues en estos aparentes inofensivos y divertidos videos puede esconderse, más que un aparato de filmación, factores ocultos de estimular el egoísmo y la falta de solidaridad. 

 Claro, mientras usted no sea víctima directa de esos creadores de medios audiovisuales que para hacer más atractivos sus espacios acuden a las mencionadas  prácticas, puede usted pensar que este sutil comentario es exagerado e improcedente. Crea, sinceramente, que no hay intensión alguna de sugerirle que renuncie a ser cliente de estos videos, no, usted tiene la libertad de divertirse con ellos. Ahora tenga la seguridad que detrás de cada obra  hay un objetivo marcado y otros tantos que lo completan.
Espero, no obstante, que si un día se pone a pensar en serio en que puede existir una cámara oculta en cualquier lugar, no deje que le cunda la paranoia y  opte siempre por socorrer en la calle al que aclame por  su ayuda.



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