miércoles, 26 de octubre de 2011

Alas más que una metáfora....

Cuando era pequeña dibujaba aves, palomitas simples que sobrevolaban paisajes y montañas…  creo que igual le sucede  a todos los niños cuando pintan la realidad que viven y que sueñan…tal vez por eso las alas son motivos para  artistas y poetas.
“Pájaros prohibidos”, por ejemplo, es el nombre de un cuento de Eduardo Galiano que habla de los presos políticos uruguayos, los que no pueden hablar sin permiso, silbar, sonreír, cantar, caminar rápido, ni saludar a otro preso. Tampoco pueden esbozar ni recibir dibujos de  mariposas, estrellas ni pájaros.
Este pequeño infierno es uno de los más maravillosos, sensibles y evocadores cuentos de Galiano que rebusqué en mi memoria, ésta vez, por la manera en que Antonio Guerrero pinta  alas para derribar balaustres y volar a la libertad que le es prohibida.
Ya lo había hecho el Héroe con sus “aves” y otra vez escapa del aislamiento con una inigualable colección de “mariposas endémicas cubanas”. Antonio, guerrero por naturaleza, hace del pincel y la acuarela armas de lucha por la soberanía y la identidad patria.
Ver sus mariposas me evocan, sin remedio, la desafiante actitud  de Milay, el personaje de Galiano, esa niña de 5 años que burló el control dictatorial e inhumano para enviarle a su padre, preso por  tener "ideas ideológicas", árboles con pequeños puntos redondos que aunque pudieran parecer frutas eran sino “Los ojos de los pájaros que le había pintado a escondidas”…
Antonio pinta y se encuentra con  los que luchamos allende las rejas, las que podrán retener  su cuerpo pero no sus ideas.
El imperio  podrá castigar a este cubano por salvar la humanidad, pero, jamás le impedirán amar al mundo y a la libertad de todos los hombres y mujeres de la tierra, quienes sin abandonar sus infantiles trazos siguen teniendo en las alas, más que la metáfora  recurrente del cuento uruguayo, sus  esperanzas y  sueños.

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