lunes, 3 de septiembre de 2012

Una historia posible en Cuba...

Pepe, mi vecino del frente, hoy ha salido de casa vestido de azul, parecía todo un príncipe... Un príncipe azul, que tendrá profesores, libros, libretas, aulas: todo gratis a pesar del color negro de su piel y la humilde solvencia de su familia: una mujer soltera que trabaja por cuenta propia en tareas domésticas. Pepe iba alegre porque empezará la enseñanza preuniversitaria y tiene toda la pretensión de optar por la carrera de medicina dentro de tres años. Una historia posible en Cuba. Eso lo sabemos muchos cubanos andemos por donde andemos en este mundo.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

No es menos cierto que en ocaciones nos sentimos malhumorados,en nuestra tierra cuando notamos la carencia de algún producto fundamental o de vital importancia para nuestras vidas, pero hay momentos cuando estamos lejos que prefeririamos v
ivir con esas carencias al lado de nuestros seres queridos,sin estrés y sin ambiciones y con una paz en el alma, que no se puede comparar con nada en el mundo.Siempre recuerdo la frase de Martí cuando dijo:No hay copas amargas para labios dulces ni el Aspid muerde en los pechos varoniles.

Publicar un comentario