domingo, 16 de diciembre de 2012

Los milagros de San Lázaro….


Hace nueve meses  di  una mala pisada  y me torcí el tobillo, aún camino con dificultades y el dolor es intenso al finalizar el día. Cada  diciembre, varias de mis amistades me invitan a la velada de San lázaro, todos saben de mi escepticismo pero igual conocen de mi tolerancia por el credo ajeno y la  factibilidad  con que comparto las celebraciones. Nunca antes había asistido a la placita “del viejo” pero esta vez accedí.
El ritual de la velada se repetía en decenas de apartamentos y casas de la ciudad, en cada lugar los rones y los dulces agrupaban a gentes que veneran  al santo de la muleta y los perros, pero entre ellos no dudo que muchos como yo buscaran no más la oportunidad del traguito y los pasteles  entorno a vecinos y amigos.
A las doce, la misma hora en la cenicienta pierde su zapato, la benefactora del Santo me sugirió que tocará la maraca y pidiera tres de mis deseos… todos imaginaron que yo rogaría por la salud de mi pie torcido… pero no: mi esguince no fue el resultado de un  conjuro sino del hueco de una calle y de mis zapatos extra altos con los que suelo disimular mi baja estatura ;  por tanto, Lázaro no es responsable de mi mala pisada, ni podrá enmendar las secuelas  de un mal tratamiento.
Me arrodillé frente al altar, improvisado con velas,  dulces, bebidas y frutas. En ese instante recordé  una imagen inolvidable del año 2000: El pueblo entero de la  capital  marchaba por el malecón pidiendo el regreso del niño Elián, caminábamos unos juntos a los otros sin preguntarnos el partido o la religión a la que militábamos. Salvo los compañeros del Instituto Internacional de Periodismo no concia a nadie más de los que colmaban la calle, pero me fue inevitable fijar la atención sobre un señor vestido de blanco y su cesta de guano, en la que cargaba cascarones de cocos y otras cosas que no alcancé a distinguir, cuando pasamos frente a Las Oficinas de Intereses de los Estados Unidos en Cuba, el hombre lanzó su maleficio y grito vivas a La Revolución. Comprendí que la fe está en el propósito y no en el proceder.
Con evocadora convicción soné la maraca  y lancé a San Lázaro mis tres antojos:
-          Que  su liturgia  me hiciera   compartir siempre  la alegría de mis mejores amigos; 
-          Que su  arraigo espiritual refuerce, por los siglos de los siglos, la unidad de cubanos y cubanas, más o menos crédulos, amante de la justicia y las causas colectivas,
-          y que si bien no iba a comprometerlo con la salud de mi pie, al menos,  me concediera el milagro de la precaución,  para que en lo adelante no dejará de mirar con mejor atención el camino por donde conduzco mis pasos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Rolando ha escrito: "…me preocupa este articulo que ya desde el comienzo pone en tela de juicio la (creía yo) bien ganada, y reconocida fama de los cubanos y cubanas, de no dar malas pisadas…por lo demás San Lázaro es para los cubanos más que un ritual, o un culto; es, después de la Virgen de la Cridad, el santo más venerado…pero es más, mucho más…es pretexto de reunión de amigos, charla amena, invocación de Fe...de esa misma Fe que justifica la vida y la hace mejor… es parte de la cultura que nos une, le da cierto sabor…y, puesto a meditar sobre el tema, me pregunto: ¿ya forma parte este culto (con la peregrinación a El Rincón) de nuestro patrimonio cultural reconocido?...si no es así sería muy bueno que lo fuese ,y por qué no; del patrimonio cultural de la humanidad…como quiera me alegra que pidas lo bueno, por aquello de ``voy a pedir pa ti, lo mismo que tu pa mi´´…y la próxima, mira bien donde pisas, o mejor, donde pones el pie…"

María del Carmen Fuentes Pérez dijo...

No sé si el Viejo Lázaro u otro santo, pero tan sólo por tus buenos sentimientos mereces todo lo mejor, amiga, cuídate los pies, las manos, la cabeza y el corazón para seguir contando con tu presencia

Anónimo dijo...

No se si estarás conectada en este momento pero aún no he terminado de leer todo tus escritos solo termine el primero y ya me entusiasme a comentarte sin aun terminar, te comentare que he vivido desde que tengo uso de razón hasta la edad de mis veintitantos el ir y venir cada día de los caminantes para rendirle su fe al viejo Lázaro ya que mi mama vive a solo un km de la iglesia donde se encuentra su imagen en RINCON, la verdad cada año se ve muchas cosas en esas plegarias, muchos que como tu comentas que solo van a disfrutar de ese momento entre amigos y un trago de ron, otros que con mucha fe van a cumplir su promesa luego de ves su petición cumplidas, entre esas personas ven como con mucha fe y fuerza algunos van de rodillas, otros descalzos, otros arrastras y el seños que es el más famoso durante muchos años que arrastra una piedra amarada a su tobillo y sentado de espalda al camino por seguir, muchos comentarios de su petición a Lázaro hay en cada año que estuve presente mirándolo pasar pero la verdad te diré que nunca supe cuál fue el verdadero, yo alli estaba entre amigos y familia cada año y mientras crecía veía con más entusiasmo y admiración la fe de cada persona que pasaba cumpliendo su promesa como nadie imagina... quizás un dia nos sentemos y comentaremos de esas vivencias que hemos pasado en nuestras vidas

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