miércoles, 11 de septiembre de 2013

Adriana no podrá nunca comprar canastillas amarillas...

Cuando esperamos a un hijo, solemos comprar ropitas y juguetes amarillos. No importa que  predicciones médicas o supersticiosas nos revelen el sexo, el amarillo será siempre el color del primer traje de nuestros hijos cuando vienen al mundo. 
Adriana sabe que ha de renunciar al sueño de una canastilla amarilla... No obstante, atará lazos como el sol, en los árboles y en su alma porque su fe y su amor le dice que Gerardo un día llegará.

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