De niña jugaba a la escuelita; recuerdo que escribía en la pequeña pizarra que me compró mi mamá, garabateaba ejercicios y daba con una regla de madera en los muebles como si ellos fueran alumnos desobedientes; al fin y al cabo, ésa era la imagen que de la autoridad y el magisterio yo tenía conformada en mi mente de seis o siete años. Sin dudas, me gustaba ser maestra....
Quiero compartir con los lectores mis experiencias en la mejor de las profesiones del mundo.
Díaz-Canel: Es hora de comprender y emplear todos los recursos de la
comunicación social
-
Tomado de
Granma
Este proyecto no está escrito en piedra, como no puede estarlo nada
relacionado con la comunicación social en la veloz época que v...
Hace 1 año
0 comentarios:
Publicar un comentario