jueves, 19 de diciembre de 2013

Un Centro de Nefrología en la ciudad de Florida....



La obra más significativa por su impacto social y humano, que ha visto esta ciudad en los últimos años, lo constituye sin dudas la moderna sala de hemodiálisis con cinco riñones blancos y amarillos, salas de observación, dialisis peritoneal, apoyo vital y una planta de tratamiento de agua de alta tecnología. La instalación  contribuirá al mejoramiento de la salud de hasta hoy 29 personas   diagnósticas que padecen de insuficiencia renal crónica en municipios como florida, céspedes y esmeralda.






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miércoles, 11 de diciembre de 2013

La Esperanza reclama ser más que historia....

 Esta torre en ruinas es "La Esperanza" como si ambas cosas (quiero decir "ruinas" y "esperanza") se complementaran en un reclamo de urgencias. Aquí por casi la segunda mitad del siglo XIX los primeros floridanos, de pura cepa campesina, debieron sangrar el sudor y hacer de sus energías las primeras meladuras para la incipiente industria azuacarera de esta localidad.
De los tanticos ingenios que se fundaron por toda la zona norte del territorio estaba "La Esperanza", en lo que es actualmente la comunidad rural de Las Parras. Hoy sus ruinas hablan entre ladrillos, vegetación y abandono.
Nada existe que no sea la evidencia de esta torre para que alguien sin que le hayan hecho el cuento o lo haya leído en uno de los poquisimos libros de la historia de Florida, sepa que en este lugar está también las huellas de abuelos y abuelas de la florida fundacional.


 Cerca, a sólo unos metros, está ubicada la escuela de Las Parras, donde decenas de niños y niñas de la zona comienzan a conocer la historia de Cuba, sin embargo el churre en la garganta de la torre en ruinas me dice que por aquí no viene maestros y discípulos. Y qué maldad al didactismo y los recursos de la imagen para la comprensión de las materias, pues aquí en el otrora Ingenio "La esperanza" laboró como mecánico Maximiliano Ramos, hombre que dirigió el último combate de la Guerra del 95 en la zona, desarrollado en las inmediaciones de la Loma de  Urabo.
 Otros vecinos de por acá se incorporaron también a la junta revolucionaria del Camagüey  creada en 1866, entre ellos Julián Santana Tenerife y Fernando Espinosa Socorrás, quienes llegaron a alcanzar el  grado de general de Brigada del Ejército Libertador. Y que seguramente le hicieron pasar sus malos ratos a los dueños de los ingenios quienes habitaban la casona esplendida que aparece en la foto y que aún está en pie como para una magnifica lección de historia.
"La Esperanza" fue el nombre escogido para este sitio por sus fundadores, tal vez en el termino cifraban sus sueños de esplendor económico, pero hoy estas ruina
hacen de su nombre un reclamo un clamor de utilidad... porque si antes hicieron azúcar hoy nos ofrecen un testimonio de más de medio siglo de historia. Estas ruinas son hoy también la esperanza de convertirse en lugar atendido y valorado en su justa dimensión histórica.
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