El 23 de agosto de 1960, en una de las tantas jornadas memorables de aquellos primeros tiempos de la Revolución cubana nació la FMC. Surgía bajo la orientación de Fidel, el Comandante en Jefe, y la plena entrega de la heroína de la clandestinidad y la sierra maestra: Vilma Espín, quienes trazaron un exitoso sendero de emancipación e igualdad por más de cinco décadas. Sin embargo muchos se preguntan si tiene aún vitalidad y vigencia.
La federación de mujeres cubanas se resiste ante el tiempo y las circunstancias, es una organización que tiene sobradas razones para permacer en la estructura social del país incluso en los intentos de actualizar el modelo socialista.
La vigencia de la federación está en el reconocimiento para la mujer por su quehacer social, en el impacto de sus reclamos como organización femenina, en el camino recorrido por la voluntad de hacer en aras de la pretendida equidad de géneros. La federación de mujeres cubanas es artífice de importantes letras en el código laboral: el más conocido de sus acápites está relacionado con la maternidad; pero también recoge protecciones ante el ejercicio de determinados oficios o profesiones y el cuidado de la salud por razones biológicas.
En estos momentos las floridanas son numerosas como profesionales, superan cifras de graduados universitarios y han sido las menos perjudicadas en los proceso de reordenamiento laboral justamente por la idoneidad y sentido del trabajo de las mujeres en todas las esferas.
La federación de mujeres cubanas tendrá razones para seguir viviendo mientras la parte masculina de la sociedad, no se convenza definitivamente de lo contradictorio que resulta el estereotipo de que solo somos mujeres dulces y cariñosas… cuando nos hemos probado en el ejercicio de profesiones “de línea dura”.
Más de 500 mujeres del municipio de florida, por ejemplo, solicitaron terrenos inactivos, a los cuales han ido sacando provecho en beneficio de su propia familia y la economía del territorio, y, más de un centenar han vencido obstáculos políticos y naturales para llevar salud y educación a recónditos lugares del planeta.
Pero la verdadera equidad solo será alcanzada cuando la federación de mujeres cubanas logre definitivamente que hombres y mujeres comprendan de verdad que se encuentran en iguales condiciones para cumplir sus roles sociales, sin discriminación, sin tabúes, sin perpetuar los estereotipos, y sin que esta lucha siga siendo un camino trillado en discursos, convenciones, eventos, sin que en cambio no hayan derribados las malezas que entorpecen la amplitud de pensamiento… ese que ha de cambiar, para bien de la humanidad.
Díaz-Canel: Es hora de comprender y emplear todos los recursos de la
comunicación social
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Tomado de
Granma
Este proyecto no está escrito en piedra, como no puede estarlo nada
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Hace 1 año
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