martes, 5 de junio de 2012

Pistola Roja y sus fieles...

De la tristeza a la alegría el límite es impreciso, al menos es la sensación que conservo desde la primer vez que le miré el rostro a un payaso. Ninguno, digo yo, escapa del angustioso trance del llanto, ese que se revela  a pesar de su pintoresca -y pintada- sonrisa.
Creo que esa también es la impresión que los expertos de la risa causan en Roberto Noguel Toledo,  nombre obligado cuando se habla de la plástica contemporánea en  la localidad de Florida. “Pistola Roja y sus fieles” es la reciente obra que este artista donó, en acto de reconocimiento, a la emisora de Radio en Florida. Mucho de simbólico y coincidencia connotativa tiene el acontecimiento.
Fieles a su manera de expresarse desde la comicidad, leales a su agrupación a pesar del tiempo y las diferencias, Los Fonolocos  han conquistado pedestal en las artes de la representación. El cuarteto de payasos es ya un ícono cultural de la localidad. Eso vale de sobra para  motivo inspirador, pero,  Noguel no se conformó con reflejar los rostros archiconocidos.
Los elementos formales de “Pistola Roja y sus fieles”  fueron más allá,  penetraron a lo que de universal y humano tiene la lealtad,  la hilaridad como oficio, y captó la  indefinible  singularidad de la tristeza vs risa.
El cromatismo en el cuadro  patenta  la categoría de lo objetivo, tal y como la aprecian sus espectadores;  los colores cálidos pretenden cierta  autenticidad en un mensaje que no procura fiarse del realismo pues tiene  más de sugerencia,  más de intimista, nos transporta a ese mundo que habita en el alma y que expira por la mirada, y que juega a revelarse por las pinceladas y por la persistencia del gris y los contornos del carbón, y el aparente descuido con la perfección.
El propósito explícito del autor, no obstante, es exaltar lo leal, ese pacto a lo Victor Hugo de “Todos para uno… y uno para todos”, lo cual comparto teniendo como referente, repito, la historia de los Fonolocos y sabiendo, además, de la lealtad a su arte y al ya consagrado estilo de Noguel.
Agradezco infinitamente la pistola en manos del  Payaso que todos conocemos por  sus magias en el espectáculo, pues así me queda la esperanza que  la muerte sea  solo un truco, y que al final sigamos riendo otras  comedias,  aunque  más que alegría para algunos sea solo robar un poquito  de espacio al desánimo y las frustraciones.
En esa capacidad que tienen los artistas de esconder la más íntima tristeza para alegrar a los  necesitados de  risa, ya sea con la farsa de un payaso,  ya sea con el pincel y los cálidos colores de la plástica,  o con la voz animosa en un programa radial es donde está a mi modo de ver lo connotativo del mensaje y  que “Pistola Roja y sus fieles”  haya encontrado galería en los pasillos de la emisora de Radio Florida es dónde está entonces lo más simbólico.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya te lo comentaba, tienes el poder de decir con palabras las ideas que yo plasmo en los lienzos. Es como si estuvieras dentro de mi, no se como lo haces tan bien. Roberto Noguel Toledo

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